Algo recuperada de la aventura del día anterior me levanto y emprendo camino a lo que va a ser mi hogar en Berlín durante los próximos meses.
En vista de la mala experiencia con las dos maletas, decido dejar la más grande en el Hostal e ir a buscar el piso. Planeo recoger de nuevo la maleta más tarde cuando ya me haya instalado. Esto resulta ser una buena decisión.
Desayuno en una coqueta cafetería de una de las zonas más trendys de Berlín y equipada con mi super mapa, empiezo a andar. Según mis informaciones no está lejos.
Decir que algo no está lejos en Berlín es una absoluta tontería y la decisión de ir andando me cuesta casi una hora de paseo.
Kein Problem, hace un día agradable y la ciudad tiene buen aspecto.
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