Cuando Marco muy amablemente se ofreció a acompañarme a recoger mi maleta al Hostel realmente no sabía lo que le esperaba.
El camino, a pesar de alguna que otra incidencia en de transporte por líneas cortadas y despistes con la dirección a seguir, fue bastante agradable.
Recogí la maleta y Marco se ofreció en un gesto muy caballeroso a llevar la maleta. Pocos minutos después me estaba pidiendo relevo.
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